Buenos Aires.- Mercedes Sosa plasmó en dos noches de “Folcloristas”, en el porteño teatro ND Ateneo, su vocación de difusora de nuevos artistas con dos recitales que la unieron, entre otros, a Alberto Rojo, Bruno Arias, Coqui Sosa, Orozco-Barrientos, Franco Luciani y Motta Luna.Al frente de un nutrido elenco que también incluyó a Jesús Hidalgo, Juan Garay, María Eugenia Fernández y Néstor Garnica, la cantante se ubicó, como es habitual, en un sillón en medio del escenario, y desde allí comandó un repertorio con piezas clave del cancionero popular. En cada recital de 110 minutos desplegó una interesante mirada sobre el presente y el futuro del folclore argentino, desde la óptica de alguien que es una embajadora de la música popular y que siempre brindó espacio a los que no tienen grandes marquesinas.“El folclore tiene suerte porque tiene futuro, y cada uno de los que están y no están arriba de este escenario, aman lo que cantan”, dijo la Negra durante el espectáculo.Secundada por Jorge Giuliano en guitarra y por Rubén Lobo en percusión, la intérprete tucumana inició el concierto con la “Zamba para no morir”, e inmediatamente invitó a los mendocinos Orozco-Barrientos para entonar “Celador de sueños”.A partir de ahí y con la participación de cada uno de los invitados, se sucedieron “Donde termina el asfalto” (Sosa), “Chacarera del fuego” (Garnica), “Sufrida tierra mía” (Luna) y “Piedra y camino” (Luciani). La reunión de todo el elenco en escena alumbró la tonada “Quien te amaba ya se va”, el clásico de Teresa Parodi, “La canción es urgente”, “Canción con todos”, de Armando Tejada Gómez y César Isella y “Río de las penas”, de Gustavo Santaolalla.“Para todos nosotros es un orgullo gigante estar en un escenario con la cantante más grande de Argentina y del mundo”, sintetizó Arias acerca de la juntada.En 2008, Mercedes Sosa hará una gira por Alemania, Suiza, Italia e Israel, un esfuerzo exigente para alguien que hasta no hace mucho apenas podía caminar. (Télam y Especial) Buenos Aires.- Mercedes Sosa plasmó en dos noches de “Folcloristas”, en el porteño teatro ND Ateneo, su vocación de difusora de nuevos artistas con dos recitales que la unieron, entre otros, a Alberto Rojo, Bruno Arias, Coqui Sosa, Orozco-Barrientos, Franco Luciani y Motta Luna.Al frente de un nutrido elenco que también incluyó a Jesús Hidalgo, Juan Garay, María Eugenia Fernández y Néstor Garnica, la cantante se ubicó, como es habitual, en un sillón en medio del escenario, y desde allí comandó un repertorio con piezas clave del cancionero popular. En cada recital de 110 minutos desplegó una interesante mirada sobre el presente y el futuro del folclore argentino, desde la óptica de alguien que es una embajadora de la música popular y que siempre brindó espacio a los que no tienen grandes marquesinas.“El folclore tiene suerte porque tiene futuro, y cada uno de los que están y no están arriba de este escenario, aman lo que cantan”, dijo la Negra durante el espectáculo.Secundada por Jorge Giuliano en guitarra y por Rubén Lobo en percusión, la intérprete tucumana inició el concierto con la “Zamba para no morir”, e inmediatamente invitó a los mendocinos Orozco-Barrientos para entonar “Celador de sueños”.A partir de ahí y con la participación de cada uno de los invitados, se sucedieron “Donde termina el asfalto” (Sosa), “Chacarera del fuego” (Garnica), “Sufrida tierra mía” (Luna) y “Piedra y camino” (Luciani). La reunión de todo el elenco en escena alumbró la tonada “Quien te amaba ya se va”, el clásico de Teresa Parodi, “La canción es urgente”, “Canción con todos”, de Armando Tejada Gómez y César Isella y “Río de las penas”, de Gustavo Santaolalla.“Para todos nosotros es un orgullo gigante estar en un escenario con la cantante más grande de Argentina y del mundo”, sintetizó Arias acerca de la juntada.En 2008, Mercedes Sosa hará una gira por Alemania, Suiza, Italia e Israel, un esfuerzo exigente para alguien que hasta no hace mucho apenas podía caminar. (Télam y Especial)
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